El verdadero hombre no mira de qué lado se ve mejor si no de que lado está el deber; y ese es el único hombre práctico, cuyo sueño de hoy será la ley del mañana. José Martí

lunes, 1 de agosto de 2011

Resiliencia (ó de Martincito a Martincho)

No importa, lo hiciciste bien... eran mucho más grandes. Fueron las palabras de sus amiguitos que corrieron hasta la reja para alentar a Martincito, que aun con lágrimas en los ojos, maldecía la hora en que se le ocurrió jugar con los niños más grandes aquella mañana en que ese arco gigante se hizo cómplice de un implacable Santiago Morning. Pero la vida es tozuda con él y nuevamente sonó su nombre: "papá, no quiero jugar con los más grandes, me duele la guata" "Tienes que hacerlo Martincito, no hay otro arquero". Tenso, caminó hasta su puesto y como pudo trató de espantar los nervios. De pronto aparece Iván, el central, animándolo con un abrazo y la promesa de que no dejará pasar a nadie. El sonido del pito se le clava en el pecho, mira por última vez a la Jesus, al pancho y al Tomi entrenar allá lejos; mientras tanto, los jugadores de Unión Ferro parecen crecer en cada zancada, pero ahí está Iván, una y mil veces esmerándose en cumplir su promesa… Pese a los esfuerzos, los ferroviarios logran cruzar la defensa magallánica para anunciar que la jornada no sería sencilla… Martincito logra puñetear hacia un costado y recibe las felicitaciones de sus compañeros y así comienza poco a poco a tomar confianza hasta que en un mano a mano con un delantero logra entender que ni el miedo, ni el frío, ni los nervios tienen permiso para vencerlo, sólo el rival pareciera tener ciertas licencias para imponerse sobre él, pero hoy la decisión de no fallarle a su equipo ni a su entrenador caducó todas las franquicias adversarias en su arco.
El triunfo de Magallanes es categórico y solo uno del montón de disparos de los ferroviarios logró entrar en la redes albicelestes. Los carabeleros toman a su arquero y le hacen un manteo que deja ver la alegría de un niño que hoy ganó el más importante de sus partidos: contra sí mismo. Tira sus guantes y corre a abrazarme, mientras el profe me mira y sentencia: "ya no es Martincito..."

1 comentario:

castillohobbit dijo...

mi viejo es de magallanes, es de los tatas...